lunes, 16 de julio de 2018

RADIOGRAFÍA DEL NUEVO CAMPEÓN DEL MUNDO

Francia es campeona del Mundo. El cuadro galo bordará la segunda estrella en su camiseta, después de haber derrotado con suficiencia a Croacia en la final de la Copa del Mundo disputada en Rusia. El equipo entrenado por Didier Deschamps ha dominado con puño de hierro el torneo, siendo líder de su grupo y sin necesidad de una sola prórroga en las eliminatorias. Espíritu colectivo y varios nombres a gran nivel han sido la explicación de este rotundo éxito. Estas han sido las claves

JUVENTUD


No ganan más títulos los jóvenes ni los viejos sino los buenos. Parece obvio pero era justamente la duda que había sobre los chicos franceses, los más jóvenes del torneo (25 años, en promedio), a la hora de enfrentar la final de un Mundial. Asunto resuelto. Entendieron el plan, entregaron la pelota, aguantaron sin ella y cuando la tuvieron sacaron a relucir todo el ímpetu de su juventud, la rebeldía de ir siempre al frente por más ventaja que hubiera, con ambición, con ganas de tragarse el mundo, con ímpetu y estaba la duda ¿Demasiado poderosa es la juventud a la hora de arrollar al rival, pero demasiado débil a la hora de los grandes retos? Habrá que preguntarles a los nuevos campeones del mundo

CARÁCTER

 
La de este domingo en Luzhniki es la graduación, casi de doctorado, de los chicos franceses que tomaron las banderas de los campeones mundiales de 1998. Era una prueba de máxima exigencia contra un equipo croata que llegaba con la moral por las nubes, que amenazaba con su mezcla de coraje y talento y que tenía ventaja en términos de experiencia. Y se hicieron grandes en 90 minutos y fueron con personalidad a cada cierre, esperaron con paciencia a que se abrieran los espacios, confiaron en ellos y se soltaron a jugar sin miedos. Mbappé no había nacido el día que Zidane y los suyos levantaban la Copa en París y en Moscú se apuntó un golazo como los del 10. El examen se aprobó con lujo y el nuevo ídolo nacional tiene cara de niño, 19 añitos, un futuro más que prometedor y una gambeta que aún el mundo no le acaba de reconocer con suficiente justicia

LLUVIA DE TALENTO

 
Cierto es que a veces la ausencia del talento se compensa con sacrificio. Pero no se llega a la cumbre del fútbol mundial sin él y la prueba es Francia. Hoy se habla de Varane, Umtiti, Pavard, Lucas Hernández, Kanté, Lemar, Dembelé, Tolisso, Thauvin, Sidibé, Mendy y por supuesto Mbappé, todos nacidos después de los 90, y se juntan con Griezmann y Pogba y Matuidi y Lloris y da envidia ver cómo en cada puesto tienen a un crack o a uno en camino de serlo. ¡Y no les hizo falta Rabiot! ¡Y nadie se acuerda ya de Benzema!. La experiencia de la última Eurocopa obligó a jubilar a unos y apostar por otros y estos últimos son hoy los mejores del mundo

MANUAL DE CONTRAGOLPE

 
Francia apostó con absoluta claridad desde el día del debut contra Australia (2-1) y hasta el día de la final contra Croacia (4-2) no necesitaba tener la pelota todo el partido porque con un par de ocasiones le bastaba. Habrá sufrido contra Perú (1-0) y contra Dinamarca (0-0) pero frente a Argentina el triunfo por 4-3 fue de antología y confirmó la táctica frente a la peligrosa Bélgica (1-0). Renunciar al balón para que, una vez se recupera, se use con proyección, velocidad, ubicación, talento y punch es la pauta futbolística que deja como legado el nuevo Rey

REGULARIDAD

 
Muchos miraban a Inglaterra y se preguntaban si no había llegado demasiado lejos después de no haber ganado los duelos definitivos. Pero nadie dudó ni un segundo de Francia, que sólo dejó dos puntos en el camino contra Dinamarca, en primera ronda. A todos los superó, a todos los castigó, a todos les hizo sentir el peso de su talento.  A Argentina, por ejemplo, le dio una cátedra de la mano de Mbappé que todavía está en proceso de duelo. A Bélgica le cobró una vez y lo aguantó con hombría por 89 minutos. A todos los que había que superar los dejó en el camino con fútbol, sin duda un sello especial para el título indiscutible que logró en Moscú

domingo, 15 de julio de 2018

LA GRAN FINAL DEL MUNDIAL DE RUSIA 2018


FRANCIA [4-2] CROACIA

La ley del más fuerte

 

Veinte años después de lograrlo, con Deschamps como capitán y con Zidane de gran figura, Francia impuso ante Croacia la ley del más fuerte para convertirse por segunda vez en su historia en campeona del mundo

 

 

Las primeras veces marcan un antes y un después. La primera vez que organizas un Mundial y cumples con las expectativas. La primera vez que juegas la final de un Mundial con 19 años y sonríes en el túnel de vestuarios. La primera vez que rozas una Copa del Mundo y se te escapa por 2 goles. La primera vez que lloras desconsolado tras cumplir un sueño. La primera vez que alzas como capitán la copa más prestigiosa de todas. La vida está llena de primeras veces y a veces los sueños se cumplen.

El partido sufrió un cambio de papeles con el pitido inicial. La favorita jugaba como un equipo pequeño y la no tan favorita quería la pelota y dominar el partido. Ganar iba a ser cuestión de detalles. No de justicia, eso es algo que ya no se aplica en casi ningún lugar. Todo transcurría en un espacio lleno de sueños e ilusiones. Con una Croacia tocando en corto y jugando muy junta. El ritmo frenético que impusieron los menos favoritos supuso que los galos no pasaran del centro del campo en los primeros ocho minutos de partido.

El fútbol es un juego de once contra once. Gana el equipo que cuela un gol más que el rival. Da igual jugar bien o mal. Francia no jugó bien. Al menos no tan bien como su rival. Los franceses empezaron a funcionar cuando Griezmann llegó a la cita. Hacerse de rogar en la final del Mundial es de ser muy buen jugador. Pero llegar tarde y triunfar es de ser un privilegiado. ‘El Principito’ apareció para poner un balón a la cabeza de Varane, este remató y Mandzukic se marcaba en propia puerta.

Francia mejoró a partir del gol. Los papeles se volvieron a mezclar y el partido se abrió. Perisic estaba siendo el mejor acompañante del espectáculo que dieron Rakitic y Modric. Daba igual imaginar que el escenario era un circo, un teatro o un campo de fútbol. El centro del campo croata jugaba a otro nivel. De una forma más dinámica, con otra visión y una naturalidad inquietante. Perisic se desmarcaba una y otra vez. Todos los problemas para Francia llegaban por la banda izquierda y Pavard sufrió. El ‘4’ de Croacia empató en el 28′ con un golazo fuera de guion. Perisic se sacó de la manga un truco que sorprendió al propio director de la obra. Un trallazo con la izquierda desde fuera del área que valía el empate y una explosión de justicia al trabajo bien hecho.

La polémica saltó con un penalti a favor de Francia señalado por el VAR. Sin embargo, la tecnología que ha triunfado en el Mundial no apareció en el primer gol francés nublado por una falta señalada que parecía dudosa. Finalmente Griezmann ponía el 2-1 en el marcador engañando a Subasic. Un disparo de Rebic. Dos paradas de Lloris. Una carrera de Mbappé por la banda derecha sorteando rivales. El gol de Pogba. El estallido de una afición sintiéndose campeona del Mundial. Otro gol de Mbappé. Una fiesta francesa y el derrumbe de Croacia. Así fue la segunda parte. Intensa y con goles para todos los gustos.

La desolación de Croacia era evidente tras ver el tercer gol francés. Pogba cazó un rechace en la frontal, probó con la derecha y lo logró a la segunda con la izquierda. El francés estaba interrumpiendo el espectáculo que comenzaron Modric y Rakitic. Al igual que hicieron cuatro espontáneos que corretearon por el césped a la seguridad del estadio. No podía faltar el más joven de todos. El ‘niño’ de Deschamps. Mbappé se quiso apuntar al plan de aguar la posible fiesta croata. El 4-1 dolió tanto que fue el punto final de un partido que duró 60 minutos. Mbappé cargó su pierna izquierda y escogió su mejor sonrisa para celebrar el penúltimo gol del partido.

Cuando todos bajaban los brazos, Mandzukic corría detrás de Umtiti que quiso jugar con Lloris. En el momento que nadie creía, el croata metió el pie para poner el 4-2 en el marcador. El regate del portero no fue eficaz y obligó a la emoción a volver cuando ya abandonaba el estadio. Francia es campeona del Mundial de Rusia. Los vecinos de España al fin se consagran en el fútbol actual. Un equipo lleno de jóvenes talentos pueden iniciar una etapa dorada para su país. Croacia se despide rota pero dando una lección a todos. Demostrando que no existen los favoritos. El éxito no era levantar la Copa del Mundo, era ilusionar a todo un país y así ha sido.

 

 
 

Francia: Lloris; Pavard, Varane, Umtiti, Lucas Hernandez; Kante (Nzonzi, m.54), Pogba, Matuidi (Tolisso, m.73); Griezmann, Mbappe y Giroud (Fekir, m.81).
 

Croacia: Subasic; Vrsaljko, Lovren, Vida, Strinic (Pjaca, m.82); Brozovic, Modric, Rakitic; Rebic (Kramaric, m.71), Perisic y Mandzukic.
 

Goles: 1-0, M.18: Mandzukic, en propia meta. 1-1, M.28: Perisic. 2-1, M.39: Griezmann, de penalti. 3-1, M.59: Pogba. 4-1, M.65: Mbappe. 4-2, M.69: Mandzukic.
 

Árbitro: Néstor Pitana (Argentina). Amonestó a Kante (m.27), Lucas Hernandez (m.41) y Vrsaljko (m.92).
 

Incidencias: Final del Mundial de Rusia 2018 disputada en el estadio Luzhniki de Moscú ante 78.011 espectadores. Lleno completo. El presidente de Rusia Vladimir Putin encabezó la presencia de autoridades en el estadio de Luzhniki junto a los mandatarios de las dos selecciones finalista, la de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic y el de Francia, Emanuel Macron. La presencia en el habitáculo principal del recinto estuvo plagado de jefes de estado y de gobierno de distintos países. Armen Sarkisyan, de Armenia, Alexander Lukashenko, de Bielorrusia, Ali Bongo Ondimba, de Gabón, Igor Dodon, de Moldavia, Mahamoud Abbas, de Palestina, Sheikh Tamim Bin Hamad Al Thani, emir de Catar, donde se celebrará la próxima edición del Mundial en el 2024, y Omar Al Bashir, presidente de Sudán

sábado, 14 de julio de 2018

MUNDIAL DE RUSIA 2018 Final de Consolación


BÉLGICA [2-0] INGLATERRA

Bronce que invita a algo grande en Bélgica

 

Histórico tercer puesto de los de Roberto Martínez, que dejaron sin podio a Inglaterra con un gol de Meunier y otro del jugador del Chelsea, que volvió a brillar

 


A la sombra de la gran final se jugaba el partido por el último lugar del podio de este Mundial de Rusia. El encuentro de la honra entre dos equipos que no consiguieron pasar de semifinales. Esta vez, a diferencia de su enfrentamiento en fase de grupos, sí que había algo importante por lo que luchar, el bronce. Por ello, ambos conjuntos salieron a darlo todo y darle una alegría a la afición. Pero sería Bélgica quien lograra el bronce, con un tempranero gol de Meunier y otro tardío de Hazard.

El pitido inicial pareció ser el mismo de un encuentro normal de la Premier League. Si vemos que la mayoría de los jugadores sobre el césped militan en esa liga, era de esperar que el ritmo de juego fuera alto y que las ocasiones se sucedieran una tras otra. Lo que no se esperaba era que el primer gol llegara tan pronto. Apenas en los primeros compases, Bélgica sacó una de sus contras letales. Una zancada de Chadli, que mandó un centro perfecto por la izquierda, encontró a un Thomas Meunier que pilló dormido a Rose para empujar el balón y batir a Pickford.

Ante este inesperado golpe, Inglaterra tuvo varias oportunidades para responder. Pero Sterling y Kane no estuvieron tan acertados como suelen acostumbrar y Courtois no tuvo que emplearse a fondo. El mediocampo trató de llevar un ritmo más pausado, pero los incesantes contraataques belgas hacían muy difícil la labor de acercarse al área. Al final, todas las ocasiones de peligro inglesas fueron disparos muy forzados que no vieron puerta. Mientras tanto, en el otro área, Lukaku dispuso de oportunidades para lograr el segundo, pero entre errores y Pickford el marcador se mantuvo igual hasta el descanso. Los de Roberto Martínez dominaban en juego y sensaciones, mientras que de Inglaterra se veía entre poco y nada más que jugadas aisladas. Necesitaban algo más para potenciar su ataque si de verdad querían llevarse el bronce a la isla.

Con el inicio de la segunda mitad, vimos dos caras nuevas en el césped, ambas inglesas. Salieron dos jugadores muy desafinados, Sterling y Rose, y entraron Rashford y Lingard. Con estos dos movimientos, el técnico de los ‘Three Lions’ buscaba más profundidad pero, a pesar de que este último sí tuviera más participación en el partido, poco más cambió la situación. Los belgas seguían dominando el partido a base de contraataques y velocidad. Además, con la entrada de Mertens, la transición mediocampo-delantera era aún más fluida. Los ingleses tuvieron como único recurso buscar a un Kane desaparecido durante gran parte del segundo tiempo. Para más inri, la ocasión más clara se quedó entre los palos. Un mano a mano de Dier resuelto con clase y despejado por Anderweireld in extremis.

Llegaron los últimos diez minutos del encuentro e Inglaterra estaba desesperada. Se lanzó en tromba al ataque y lo pagó muy caro con otra contra. Un buen pase de De Bruyne a Hazard frente a Pickford y este resolvió con frialdad. Un gol que dejaba sentenciado el partido y que asegura una medalla que, quizás, sabe a poco. No sólo por quedarse a un sólo paso de la gran final sino por mostrar uno de los juegos más entretenidos de ver del campeonato. Sin embargo, esto no puede restar la gesta histórica de estos jugadores. Este tercer puesto es una gesta histórica en Bélgica. Los ingleses, por su parte, abandonan Rusia sin nada más que el alivio por romper una muy mala racha. Esta generación tiene el potencial para, en el futuro, aspirar más que el cuarto puesto o un bronce. Esperemos que esta experiencia les haya servido de algo para la próxima Eurocopa.

 

 

Bélgica: Courtois, Alderweireld, Kompany, Vertonghen, Meunier, Witsel, Tielemans (Moussa Dembele, m.78), Nacer Chadli (Vermaelen, m.39), De Bruyne, Eden Hazard y Romelu Lukaku (Dries Mertens, m.60).

Inglaterra: Pickford, Maguire, Stones, Jones; Trippier, Dier, Loftus-Cheek (Delle Ali, m.84), Delph, Danny Rose (Jesse Lingard, m.46); Kane y Sterling (Marcus Rashford, m.46).

Goles: 1-0, m.4: Meunier. 2-0, m.82: Eden Hazard.

Árbitro: Alireza Faghani (Irán). Mostró tarjeta amarilla a Stones (m.52) y a Harry Maguire (m.76), de Inglaterra y Axel Witsel (m.93), de Bélgica.

Incidencias: Encuentro por el tercer y cuarto puesto del Campeonato del Mundo de Rusia 2018 disputado en el San Petersburg Stadium ante 64.406 espectadores

viernes, 13 de julio de 2018

VETERANÍA FRENTE A JUVENTUD, HISTORIA FRENTE A HAZAÑA


Francia y Croacia se verán las caras en el estadio Luzniki de Moscú el próximo domingo 15 de julio a las 17:00. Será la tercera ocasión que el conjunto galo juegue el partido por el título y la primera que llega a esta instancia la selección balcánica. Francia se coronó campeona como local en 1998 al imponerse en la final a Brasil (3-0) en el estadio de Saint Denis y perdió ante Italia en la tanda de penaltis en la de Alemania 2006 tras acabar el encuentro con empate (1-1). Este domingo será una final nueva, la decimoctava distinta en la historia de la Copa del Mundo, ya que tan solo se han repetido Alemania-Argentina y Brasil-Italia y será, además, una final muy española, con muchos jugadores repartidos en equipos como el Madrid, Barça o Atlético. En el once de Francia jugarán cuatro futbolistas de nuestra Liga, Umtiti, Varane, Lucas y Griezmann y en el de Croacia, tres: Modric, Rakitic y Vrsaljko.


Francia se ha clasificado para su tercera final de Mundial de las últimas seis y ninguna selección cuenta con tantos recursos, una lista tan larga de nombres ilustres. Y lo mejor de todo es que muchos de ellos aún tienen más de media carrera por delante. Francia da miedo. Cierto es que no ha pasado por este Mundial como una apisonadora. No arrolla a sus rivales ni despliega un juego que enamore precisamente, pero poco a poco va cogiendo hechuras de equipo fiable, duro y que golpea como un martillo pilón a sus rivales. La madurez de Griezmann, la velocidad y calidad de Mbappé, el trabajo de Pogba, sí, el trabajo de Pogba, una defensa infranqueable y un portero que vive en estado de gracia. Estas son algunas de las razones por las que Francia volverá a jugar una final. Esta vez parece difícil que se le escape.

Lo mejor de todo, o lo peor si no eres francés, es que la fecha de caducidad de esta selección no está a la vuelta de la esquina. Sólo hace falta ver su defensa: dos laterales, Lucas y Pavard, con 22 años. Dos centrales, la mejor pareja del mundo ahora mismo, con 25 años. Los mismos que tiene Pogba, dos menos de los que tiene Griezmann, el gran generador de juego de esta selección. Y arriba, un bicho que acaba de empezar en esto llamado Mbappé, con 19 años y un nivel que ya levanta a todo el mundo de sus asientos.

A nivel de nombres pocas selecciones pueden competir actualmente con el combinado de Didier Deschamps. Escandaliza su futuro, su plantilla, el momento por el que pasan sus figuras... pero también todo lo que se ha quedado en casa. Se podría hacer un once con los no convocados que perfectamente podrían pelear por este Mundial. Defensas como Laporte o Lenglet, centrocampistas como Rabiot, Bakayoko, Kondogbia enganches como Payet, extremos como Coman o delanteros como Martial, Lacazette, Ben Yedder, Benzema... podríamos quedarnos sin papel de apuntar tantos nombres válidos para brillar en la gran cita de selecciones. Francia domina el panorama Mundial en este 2018. El título les espera en otra final de esas que se le han escapado demasiadas veces en los últimos tiempos. Es presente y futuro, es una superpotencia mundial. Y esto no se acaba en Rusia


Croacia, previa exhibición ante Argentina en la fase de grupos, se ha aferrado a las tandas de penaltis y las prórrogas para llegar hasta la primera final de su historia. Primero fue Dinamarca y en cuartos la anfitriona, Rusia. En ambos casos los lanzamientos desde los once metros marcaron la diferencia hasta que en semifinales, volvió a necesitar de una prórroga para seguir adelante. 

Croacia está liderada por dos centrocampistas veteranos: Modric (32 años) y Rakitic (30 años). El héroe de la semifinal es un punta, Mandzukic, de 32 años. Y así podríamos seguir repasando los 33 años de Subasic, los 29 años de Lovren y Vida, en definitiva, una selección con una media de edad bastante alta pero que si por algo destaca por encima del resto es su mediocampo. Rakitic y Modric son sus baluartes, líderes espirituales y reales sobre el terreno de juego. Su fútbol control y exquisita técnica marca el estilo de los hombres de Zlatko Dalic. 

Croacia no era más que una frágil posibilidad de poder acceder a la final del Mundial de Rusia y no le daban bola ante la poderosa flota inglesa que debería hundir sin pasar apremios a la embarcación de Luka Modric. Supone siempre la pelea del bravucón que se come el bocado apetecible pero no siempre la historia termina así. En las paredes imaginarias de una cancha de fútbol se testifica lo absurdo y se aplaude la rebeldía y aún así se mete en el baile en el que no estaba invitado. Todavía tendrá que jugar ante Francia para redondear el correcto objetivo de lo imposible y un sueño de un país de cuatro millones de habitantes.

jueves, 12 de julio de 2018

MUNDIAL DE RUSIA 2018 Segunda Semifinal


CROACIA [2-1] INGLATERRA

Mandzukic, un cojo disfrazado de héroe nacional

 

Remonta en su tercera prórroga el gol de Trippier al inicio, con tantos de Perisic y Mandzukic en el minuto 108 y jugará la final ante Francia el próximo domingo

 

 

Segundo encuentro de semifinales mundialistas que se solventó con victoria de Croacia sobre Inglaterra. Un partido que en líneas generales dominaron los ‘Three Lions‘ durante los 90 minutos acabó decantándose para los croatas. El encargado de romper con el 1-1 con el que nos fuimos a prórroga fue Mario Mandzukic con un gol en el minuto 109. De esta forma, la final de este Mundial será entre Francia y Croacia.

El ‘show’ comenzó pronto, en el minuto 5, concretamente. Una dura entrada de Luka Modric en el balcón del área sirvió en bandeja el primer gol del encuentro. Era una gran oportunidad para que los ‘Three Lions‘ se adelantaran en el marcador. Así fue. Una gran ejecución de ese libre directo por parte del carrilero del Tottenham, Kieran Trippier, mandó el esférico al fondo de la red. 0-1 para los de Southgate. Dio la sensación de que Subasic, arquero croata, pudo hacer algo más al estirarse para evitar el tanto inglés, pero no.

El encuentro se decantaba ligeramente para Inglaterra. Los hombres de Southgate lograba crear más peligro que Croacia. Para ello, se servían fundamentalmente de las jugadas a balón parado. Sobre todo, aprovechando el potencial y la altura de sus zagueros en ese tipo de jugadas. Algo a destacar también de los ingleses era la solidez de su línea defensiva. En cuanto intentaban los croatas meter algún pase en profundidad o en largo, aparecían un defensor inglés casi siempre.

Kane gozó de una oportunidad muy clara para meter el segundo tanto cuando íbamos por la media hora de partido. El delantero del Tottenham falló un mano a mano en el costado izquierdo del área pequeña gracias a que intervino Subasic. Tuvieron alguna más los ingleses, pero esas ocasiones sin demasiado peligro. El control del encuentro parecía obedecer a Inglaterra. Los de Southgate parecían llevar otra marcha diferente a los croatas. Aún la posesión de balón estaba muy equilibrada. Con esta dinámica de partido, nos marchábamos al descanso.

Tuvo que esperar Inglaterra varios minutos después del descanso hasta poder tener, de nuevo, una oportunidad seria. Un centro del goleador Trippier desde el costado derecho no llega a rematarlo Kane por muy poco. Volvían los sustos para los croatas. Los de Dalic seguían sin dar con la tecla, pues seguían sin crear el peligro necesario para ‘rascar’ un empate. Centros y pases en largo por parte de Croacia no estaban resultando ser tan efectivos como en los grandes encuentros que venían firmando el elenco croata en este Mundial.

Con un centro desde el costado derecho, ligeramente desde atrás, llegó el gol de los croatas. Dicho balón templado lo cazó Perisic con el pie, superando a Walker en la posición dentro del área. El interior izquierdo croata remató de una forma que rozó el límite del juego peligroso, dado que levantó bastante la pierna a la hora de anotar. De todas formas la diana de Perisic subió al marcador para establecer el empate.

Muy poco después la volvió a tener muy clara Croacia. De nuevo por mediación de Perisic, el autor del gol del empate. Un buen disparo cruzado del croata tras un gran regate ante la zaga inglesa acabó estrellando el cuero en el poste de Pickford. Muy cerca los hombres de Dalic de ponerse por delante en el electrónico. Tuvieron ambos conjuntos más ocasiones de romper con las tablas en el marcador, pero no lo consiguieron. Por lo que con el empate nos fuimos a la prórroga.

Minutos después de comenzar la primera parte de dicha prórroga, Inglaterra tuvo el gol del desempate muy cerca. Un balón colgado al área era rematado por Stones, pero si testarazo acabó siendo despejado por Vrsaljko en la línea de gol. La segunda parte de la prolongación trajo la sentencia, es decir, el gol de los croatas. La defensa inglesa estaba medio gas ya y su rendimiento era cada vez. De dicho factor se aprovechó Mandzukic al cazar un balón en el área pequeña. Se rompían de esta forma las tablas en el marcador y pasaban los hombres de Dalic a la Final



 

Croacia: Danijel Subasic; Sime Vrsaljko, Domagoj Vida, Dejan Lovren, Ivan Strinic (Pivaric, min. 95); Marcelo Brozovic, Luka Modric (Badelj, min. 119), Ivan Rakitic; Ante Rebic (Kramaric, min. 101), Ivan Perisic y Mario Mandzukic (Corluka, min. 115).

Inglaterra: Jordan Pickford; Kyle Walker (Vardy, min. 112), John Stones, Harry Maguire; Kieran Trippier, Jesse Lingard, Jordan Henderson (Dier, min. 97), Dele Alli, Ashley Young (Rose, min. 91); Raheem Sterling (Rashford, min. 74) y Harry Kane.
 

Goles: 0-1, min. 5: Trippier; 1-1, min. 68: Perisic; 2-1, min. 108: Mandzukic.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó por Croacia a Mandzukic (min. 48) y Rebic (min. 96) y por Inglaterra a Walker (min. 54)

Incidencias: Segunda semifinal del Mundial de Rusia 2018, disputada en el estadio Luzhniki de Moscú ante 78.011 aficionados.

miércoles, 11 de julio de 2018

MUNDIAL DE RUSIA 2018 Primera Semifinal


FRANCIA [1-0] BÉLGICA

El poderío de Les Bleus bien vale una finalísima

 

Francia regresó a la final de un Mundial de fútbol 12 años después. Los galos impusieron su seriedad y oficio a una Bélgica que fue más efectista que efectiva

 


Primera semifinal del Mundial de Rusia, solo una barrera más para que Francia o Bélgica lograsen su pase a la ansiada final. Los de Deschamps disputaban su sexta final, mientras que los de Roberto Martínez conseguían jugar una semifinal después de 32 años. Un pase que ha costado a ambos, ante Uruguay y Brasil respectivamente, dos selecciones muy fuertes en las citas mundialistas. Pero a un partido era el todo o nada, y solo uno podía competir por la gloria.

Francia tomó la iniciativa desde el principio, queriendo encerrar a Bélgica en su campo. Sin embargo, los de Roberto Martínez habían plantado muy bien sus filas. Además no les era difícil poner en marcha una contra. Fellaini estuvo muy activo desde el principio, dándole movimiento a la banda izquierda y acercándose al área de Lloris. Una vez los belgas se hicieron con el control, Hazard se convirtió en una bala e intentaba conectar una y otra vez con Lukaku. Le costaba encontrar huecos a la dupla Matuidi-Giroud, perseguían a los ‘Diablos Rojos‘ por el campo y cuando encaraban se encontraban con un muro. Sin embargo, cuando se plantaban frente al área de Courtois Griezmann ponía lo necesario para crear una alerta de peligro.

En una rápida contra, Pogba metió un balón filtrado en largo para Mbappé que rompía el fuera de juego. Solo en carrera ante Courtois no llegó por los pelos a picarla y anotar el primero, pero a pesar de perder posiciones estaban provocando más revuelo. Hazard respondió con un tiro cruzado desde el costado izquierdo, pero se quedó lejos del poste opuesto. Sin embargo, Alderweireld hizo saltar las alarmas completamente tras un remate desde el corazón del área a bocajarro. Muy enchufados al área contraria, Bélgica creaba peligro en cada llegada de Fellaini y Hazard, que estaba brillando en cada balón que tocaba. El entretenimiento estaba asegurado una vez cumplida la media hora de juego, aunque sin ninguna ocasión especialmente clara.

Griezmann quiso tirar de los suyos, aprovechar el último cuarto de hora antes del descanso. Con una rápida carrera se plantó en los dominios de Courtois y entregó atrás a Hernández, solo que le pegó mal. Esta iniciativa animó a los suyos y Mbappé hizo lo mismo por la derecha. Una vez pasó la zona de tres cuartos asistió a Giroud y el delantero no llegó a pegarle bien, pero quedaba solo ante el portero. Habían metido una marcha más los de Dechamps y eso lo notaba Bélgica. La ocasión más clara de Les Bleus fue a escasos minutos del ecuador del partido. Un tiro sin ángulo de Pavard que Courtois llegó a parar de milagro con el pie.

La energía parecía no haberse perdido en el cuarto de hora de descanso, sobre todo a Bélgica. Sabiendo que los franceses habían apretado un poco más al final de la primera mitad, rondaron a Lloris desde que saltaron otra vez al ruedo. Aún así, a Francia le bastó llegar una vez para hacer maravillas. Un saque de córner que Umtiti envió al fondo de la red con un cabezazo, poniendo la diferencia en el marcador. La ventaja ahora tenía un bando y Bélgica nadaba a contracorriente. Querían darle más fluidez a su juego, con muchas salidas por las bandas, pero los centros eran despejados continuamente por la defensa francesa. Se habían cerrado en banda y tirar de contras para proteger el resultado.

La mejor manera de hacer daño a Francia era con llegadas verticales. Pogba conectó con Fellaini, en carrera solo por el carril central, y remató muy cerca de portería haciendo que la afición contuviese un suspiro. Acosaban continuamente a la zaga francesa, que aguantaba la presión como si fuera lo último que debían hacer en su vida. Giroud estaba muy participativo, tanto en ataque como en defensa, y eso lo notaba el equipo de Roberto Martínez. Tenían la posesión y el control del partido, pero en el ataque todo les fallaba a la hora de definir.

Francia sabía lo que hacía, y Bélgica sentía que el tiempo cada vez pasaba más rápido. Aprovechaban cada balón parado lo mejor que podían y pudieron empatar el encuentro a escasos minutos del final. Sin embargo, tras un rechace en el área el balón cayó en un lugar sin ángulo, muy difícil para conseguir resultados favorables. Los jugadores belgas se habían esforzado lo posible y más. Pero la semifinal había podido con ellos. Habían brillado como en todos los partidos anteriores. Sin embargo, no les había bastado con eso.

Francia pudo haber sentenciado con un remate espectacular de Pogba, pero Courtois llegó a meter la mano. El árbitro pitó el final del encuentro y las caras de los belgas no podían ser más tristes. Mientras que la de los franceses era de gozo. Llegaban a una segunda final consecutiva contando la Eurocopa de Francia dos años antes. Eso sí, el mérito a Bélgica no se lo podía quitar nadie.

 

 

Francia: Lloris; Pavard, Umtiti, Varane, Lucas Hernández; Pogba, Kanté, Matuidi (Tolisso, min. 86); Mbappé, Giroud (Nzonzi, min. 85) y Griezmann.
 

Bélgica: Courtois; Alderweireld, Kompany, Vertonghen; Chadli (Batshuayi, min. 91), Witsel, Dembele (Mertens, min 60), Hazard; Fellaini (Carrasco, min. 80), De Bruyne; y Lukaku.

Goles: 1-0, min. 51: Umtiti, de cabeza tras un saque de esquina.

Árbitro: Andrés Cunha (Uruguay). Amonestó con tarjeta amarilla a Eden Hazard (min. 63), Toby Alderweireld (min. 71), Ngolo Kanté (min. 87), Kylian Mbappé (min. 92) y Jan Vertonghen (min. 93).

Incidencias: Primera semifinal del Mundial de Rusia 2018 disputado en el Saint Petersburg Stadium ante 64.286 espectadores.

lunes, 9 de julio de 2018

EL VIEJO CONTINENTE HABLA EN EL MUNDIAL DE RUSIA


Tras más de tres semanas de Mundial, cuatro equipos europeos quieren relevar a Alemania y darle una alegría a su país. Algunos son experimentados conjuntos mientras que otros llevan décadas sin pisar unas semifinales de la Copa del Mundo. Pero aquí ya no importa el nombre y ya sólo restan tres partidos para conocer el ganador del Mundial. Una de las cuatro selecciones se proclamará campeona del mundo el próximo domingo 15 de julio en el estadio Luzhniki de Moscú y de las cuatro, solo los Bleus han cumplido la lógica y están donde se esperaba. El resto ha desbancado a otros favoritos como Brasil, Alemania y España. Las cuatro supervivientes europeas han mostrado fortalezas y alguna debilidad que intentarán resolver. Si logran el título los croatas o los belgas añadirían su nombre al palmarés por primera vez en la historia.

FRANCIA - BÉLGICA

Franceses y belgas se enfrentan en la primera semifinal del Mundial de fútbol este próximo martes en San Petersburgo. Los de Deschamps vuelven a unas semifinales 12 años después, tras aquella Copa del Mundo de Alemania en donde el conjunto capitaneado por Zidane sucumbió ante Italia en penaltis en la final. Aquel partido fue el último de una generación única de jugadores que ya había conquistado el Mundial en 1998 y la Eurocopa en el año 2000. La joven Francia de Griezmann, Pogba y Mbappé, que también perdió la final de la Euro 2016 frente a Portugal, quiere resarcir a su afición de ambas derrotas y situar al país galo en lo más alto del panorama futbolístico mundial. Pero primero deberán vencer a Bélgica.

Los de Roberto Martínez están firmando un gran Mundial, con pleno de victorias y la sensación de solidez que da un equipo campeón. Si Francia tiene una generación de futbolistas única, Bélgica no se queda atrás: Courtois, Hazard, Witsel, De Bruyne son solo algunos de los grandes jugadores que visten la elástica de los Diablos Rojos. Su experiencia en Mundiales es más limitada: las últimas semifinales que han disputado los belgas datan de hace 32 años, en el Mundial de México 1986. Todo un reto para una selección que no tiene nada que perder.

Este primer partido de semifinales del Mundial de Rusia 2018 se disputará en el Zenit Arena de San Petesburgo el próximo martes 10 de julio a las 20:00 (Telecinco)

CROACIA - INGLATERRA

Otra de las gratas sorpresas de este Mundial es Croacia. La selección de Dalic está siendo una de las revelaciones del campeonato. Tras dos prórrogas y dos tandas de penaltis de infarto, los croatas se han plantado en unas semifinales de un Mundial 20 años después. En aquella Copa del Mundo de Francia 1998, el entonces delantero del Real Madrid, Davor Suker, fue una de las estrellas del torneo y máximo goleador con seis tantos. Dos décadas después, otro croata y jugador del Real Madrid, Luka Modric, está siendo el alma y la brújula del país balcánico.

Por su parte, Inglaterra es otro invitado inesperado de esta fase final del Mundial. Pese a no tener sobre el papel la mejor generación de jugadores de los últimos años, el conjunto dirigido por Southgate vuelve a las semifinales de un Mundial 28 años después. Enfrente no estará su gran bestia negra, Alemania, que apeó a los ingleses de las semifinales en 1990 y de la Eurocopa 1996, ambas en la tanda de penaltis. Curiosamente, Southgate falló el penalti decisivo en el aquel partido frente a los alemanes en 1996 y buscará devolver la gloria a su país 50 años después.

Este segundo partido de semifinales del Mundial de Rusia 2018 se disputará en el estadio Luzniki de Moscú el próximo miércoles 11 de julio a las 20:00 (Telecinco)

Hacer pronósticos resulta muy complejo, pero la única garantía es que sea cual sea la final, será muy atractiva en el papel y ojalá que desde la penúltima fase, los cuatro aspirantes a la corona dejen destellos de gran futbol.

domingo, 8 de julio de 2018

MUNDIAL DE RUSIA 2018 Segunda Jornada de Cuartos de Final


SUECIA [0-2] INGLATERRA

Soñando de cabeza

 

Los goles de cabeza a cargo de Maguire y Dele Alli colocan a los ingleses a un paso de la final. Los suecos tuvieron oportunidades, pero Pickford lo impidió con grandes intervenciones bajo los palos

 

 

Un paso adelante más de Inglaterra en este Mundial. Los suecos han tenido que ver como su aventura en Rusia ha tocado techo. En un partido en el que las jugadas a balón parado fueron determinantes, los suecos no aguantaron. Primero Maguire a la media hora de partido y Dele Alli en la segunda mitad hace a los de Southgate seguir creyendo en repetir la gesta de 1966. Arrancaba el encuentro con un compás tranquilo. Durante los primeros minutos apenas había tentativas de parte de ninguno de los elencos. Los instantes más tempraneros del cronómetro parecía que marcaba el ritmo de una partida de ajedrez. Todo era tanteo entre ingleses y suecos al comenzar. Nada de que ver con el Brasil-Bélgica del día anterior.

Un disparo lejano de Claesson pasados los diez primeros minutos rompió el hielo. Aún así ese disparo se marchó por encima de los palos de Pickford. No había córners, no había casi ni faltas. Las defensas se mantenían sólidas y nadie quería arriesgar más de lo conveniente. Inglaterra no advirtió hasta el minuto 19. Los ingleses gozaron de un disparo de Kane raso que marcho cercano al poste derecho del cancerbero sueco. Todo era toque y movimiento de balón en horizontal. Hubo momentos en los que un equipo tocaba tranquilamente en la zaga mientras que el otro estaba prácticamente parado. Sin el mínimo atisbo de presionar. El primer saque de esquina no llegó hasta la media hora de partido.

Precisamente en ese saque de esquina anotó el 0-1 Inglaterra. Un balón templado acababa en la cabeza Harry Maguire. El central del Leicester City remataba con un testarazo fuerte y en seco para batir a Olsen. Este resultado ya desnivelaba el encuentro y obligaba a los hombres de Andersson a ‘morder’ más el área de los Three Lions. A partir del gol, era cuando realmente los de Southgate podían empezar a permitirse despejar un juego más estratega y más tranquilo. Ya todo iba a su favor. Hubo una ocasión para Sterling minutos antes del pitido que decretaba el descanso. El delantero del Manchester City no supo tomar la decisión correcta tras un magnífico pase en largo desde la defensa. El atacante inglés rematando de la forma no más ortodoxa posible y creando menos peligro del que pudo haber creado con esa oportunidad de gol. Poco después, el colegiado neerlandés indicó el camino a los vestuarios.

Tras el descanso, Suecia comenzó con toda una declaración de intenciones. Un gran remate de cabeza de Marcus Berg a un centro templado intimidó seriamente a los ingleses. Pickford intervino de forma excelente para evitar el empate. El jugador más peligroso era Raheem Sterling. En las botas de este jugador estuvieron la mejor y mayor parte de las ocasiones de los Three Lions. El segundo gol de los de Southgate llegó cercano a los 15 minutos del segundo acto. Un centro ‘teledirigido’ de Lingard al segundo fue directo a la cabeza de Dele Alli. El del Tottenham se elevó y anotó el 0-2.

Gol que sentenció a los de Andersson. Al poco tiempo trató de replicar Suecia con un peligroso disparo raso dentro del área por parte de Claesson. Detuvo Pickford por bajo para salvar de nuevo ‘los muebles’. Alguna que otra ocasión de Suecia y de Inglaterra en lo que restó de segunda parte. Berg tuvo un disparo en el corazón del área inglesa. De nuevo, apareció Pickford para evitar que el esférico entrase por la parte inferior del larguero. Estos minutos fueron empleados por los dos conjuntos para introducir cambios. En el caso de Inglaterra, también para hacer tiempo.

 

 
 

Suecia; Olsen; Krafth (m.85, Jansson), Lindelöf, Granqvist, Augustinsson; Claesson, Ekdal, Larsson, Forsberg (m.65, Olsson); Berg y Toivonen (m.65, Guidetti).
 

Inglaterra: Pickford; Trippier, Walker, Stones, Maguire, Young; Lingard, Henderson (m.85, Dier), Delle Ali (m.77, Delph); Sterling (m.90+1, Rashford) y Kane.
 

Goles: 0-1 Maguire (30′), 0-2 Dele Alli (59′)

Árbitro: Björn Kuipers (Holanda). Amonestó a Larsson, Guidetti, Larsson (Suecia) y a Maguire (Inglaterra)

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial de fútbol de Rusia 2018 disputado en el Samara Arena ante 39.991 espectadores.

 


RUSIA [2-2] CROACIA

La moneda, a veces, no sale siempre cara Rusia

 

Descomunal partido de Luka Modric en un partido agónico. Rusia, que se adelantó, también llevó a una Croacia superior a los penaltis

 


España miraba con recelo al encuentro que se disputaba en Sochi. Nuestro verdugo, la anfitriona Rusia que se enfrentaba a una Croacia con ansias de superar a aquella generación que les llevó al bronce hace un par de décadas. Todos recordamos ese muro que el combinado ruso construyó para repeler todas las ofensivas de nuestra selección. Usaron las armas que disponían para detenerlos y lo consiguieron. Sin embargo, Rusia no podía vivir todo el campeonato en su fortín, y más sabiendo que todos los rivales que se encontraran no iban a perdonar como lo hizo ‘La Roja’. Necesitaban salir, buscar un juego como el que mostraron durante las dos primeros partidos de la fase de grupos y así no hacer que un país volcado con su selección acabe deprimido por el miedo de sus jugadores a dar la cara.

Ya desde el inicio se vio algo distinto a aquello con lo que tuvieron que lidiar los hombres de Fernando Hierro. Esa tímida presión al mediocampo que realizaron el pasado domingo se multiplicó y llegó hasta los centrales en determinados minutos del primer tiempo. Tanto Rakitic como Modric acabaron desbordados y, con ello, gran parte del juego croata desapareció. Únicamente Rebic, siguiendo con su buena forma durante este Mundial, pudo enloquecer a Akinfeev y la zaga rusa. El encuentro se dibujaba con mucha igualdad, aunque el trabajo de los ‘Osos Tricolores’ les hacía estar por delante en cuanto a sensaciones se refiere. Y acabarían estándolo en el luminoso a la media hora de juego. Un espléndido golpeo de Denis Cheryshev desde la frontal ante el atónito de Subasic, que se transformó en estatua, lo hizo posible. Quién nos iba a decir que el artífice de muchas chirigotas cadistas hace unos años se convertiría, una vez más, en el héroe de Rusia.

Estando con el marcador a su favor, los rusos no se echaron atrás y siguieron con su presión. Incluso el propio Cheryshev tuvo otra ocasión para duplicar la ventaja, que acabó en el lateral de la red. No obstante, la respuesta de los croatas no tardaría en llegar, ocho minutos para ser exactos. Fue en el primer fallo clamorosa de la zaga rusa lo que provocó el empate. Un contraataque llevado por Mandzukic, que se plantó en el pico del área pequeña sin mucha resistencia y centró para que Andrej Kramaric rematara a placer. Los locales ya se veían con un pie en semifinales y antes del descanso volvieron a tener los pies en el suelo.

El segundo tiempo inició con la batuta en manos croatas. Era de esperar, ya que Rusia no podía aguantar con la presión durante los noventa minutos. Tanto Modric como Rakitic se vieron un poco más liberados y el equipo tuvo más opciones, llegando a jugar incluso hasta con cuatro puntas. Pero sería la entrada de Brozovic la que terminaría de liberar a ambos. El jugador del Inter pasó a ocupar el pivote y los dos cerebros adelantaron su posición. Poco antes, la zaga rusa ya había sido advertida con un disparo al palo de Perisic, que fue sustituido por el propio Brozovic. Los anfitriones acabaron replegados atrás por momentos, esperanzados en que Dzyuba pudiera sacar petróleo de donde era casi imposible. Aunque los croatas estaban más organizados, pudieron aprovechar el mal momento de su rival.

Otra sustitución, esta vez en el banquillo de Cherchesov, sirvió para contrarrestar y volver a la dinámica del primer tiempo. Entró Zobnin, para ocupar el lugar del goleador Cheryshev. Con ello, el equipo se reorganizó y pudo poner fin al asedio croata a falta de quince minutos para el final. La intensidad subió pero no fue suficiente para que llegara una ocasión propicia de gol. De esta manera, ambos equipos se preparaban para disputar su segunda prórroga del campeonato. Quien más sufrió estos últimos minutos fue Subasic, héroe de la tanda de penaltis de octavos para Croacia, que tuvo un tirón en el cuádriceps cuando iba a atrapar un balón suelto. El arquero era duda para la prórroga, aunque tuvo que soportar hasta el pitido del tiempo reglamentario ya que no le quedaban cambios a Zlatko Dalic.

El cansancio estuvo presente desde el inicio de la prórroga, sobre todo en el cuadro balcánico. Subasic siguió en el campo tras el infortunio de los minutos previos y compañeros como Mandzukic y Vrsaljko también tuvieron lo suyo. Este último sería el cuarto cambio de Dalic, al no poder continuar sobre el césped. Entró Corluka, que se movió al central y desplazó a Vida al lateral derecho. Los minutos pasaban y Croacia se encontró con una oportunidad de oro al obtener un córner por la derecha. Su capitán, Modric, la colgó con dulzura y, cosas del destino, Vida cabeceó y se convirtió en el héroe croata.

En el segundo tiempo de la prórroga Rusia se lanzó con todo a por el empate. Un Dzagoev desaparecido por la lesión del primer encuentro volvió a disputar minutos y se erigió como la estrella del ataque ruso. Aunque en primera instancia todo el mundo veía a Croacia en cuartos, el destino es caprichoso y también se puso del lado de la anfitriona. Lo hizo con una falta en el pico del área que cabeceó Mario Fernandes para darle otra vez la vuelta a todo. Los penaltis estaban predestinados.

Decíamos antes que era la segunda prórroga, y también se convirtió en la segunda tanda de rusos y croatas. Esta vez la suerte no se posó del lado de Rusia. Subasic paró a Dzagoev y, otra vez el destino, Mario Fernandes falló. Además, el penalti de Modric, que era vital, realizó una carambola para entrar dentro y enmendar el fallo de Kovacic. Todo llegó al mismo hombre, a Rakitic, que no perdonó en el quinto y definitivo lanzamiento. Otra vez, el punto fatídico propicia el pase de Croacia. De esta manera se aseguran estar entre las cuatro mejores selecciones del mundo y eliminan a la anfitriona Rusia, que jugó con más valentía que en octavos. El próximo miércoles les espera Inglaterra en semifinales. Mientras tanto, muchos españoles podrán dormir tranquilos al ver que se ha hecho justicia.

 

 

Rusia: Igor Akinfeev; Mario Fernandes, Ilya Kutepov, Sergey Ignashevich, Fedor Kudriashov; Roman Zobnin, Daler Kuziaev; Alexander Samedov (m.54: Aleksandr Erokhin), Aleksandr Golovin (m.102: Alan Dzagoev), Denis Chéryshev (m.66: Fedor Smolov); y Artem Dzyuba (m.79: Iury Gazinsky).
 

Croacia: Danijel Subasic; Sime Vrsaljko (m.96: Vedran Korluka), Dejan Lovren, Domagoj Vida, Ivan Strinic (m.73: Josip Pivaric; Ivan Rakitic, Luka Modric; Ante Rebic, Andrej Kramaric (m.88: Mateo Kovacic), Ivan Perisic (m.62: Marcelo Brozovic); y Mario Mandzukic.

Goles: 1-0 m.31: Chéryshev. 1-1, m.39: Kramaric. 1-2, m.101: Vida. 2-2, m.115: Fernandes

Tanda de penalties: 0-0: Smolov (para Subasic); 0-1: Brozovic (gol); 1-1: Dzagoev (gol); 1-1: Kovacic (para Akinfeev); 1-1: Mario Fernandes (fuera); 1-2: Modric (gol); 2-2: Ignashevic (gol); 2-3: Vida (gol); 3-3: Kuzyaev (gol); 3-4: Rakitic (gol)

Árbitro: Sandro Ricci (Brasil). Amonestó a Lovren, Strinic, Gazinski.

Incidencias: Cuarto partido de los cuartos de final del Mundial de Rusia jugado en el estadio Olímpico Fisht, en Sochi, ante 44.287 espectadores. La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, siguió el partido al lado del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

 

sábado, 7 de julio de 2018

MUNDIAL DE RUSIA 2018 Primera Jornada de Cuartos de Final


URUGUAY [0-2] FRANCIA

Francia se disfraza de Uruguay

 

Francia se puso el traje de Uruguay y le atizó con su misma medicina para ganar con goles de Varane y de Griezmann con los que alcanzó las semifinales del Mundial

 

 

El primer partido de cuartos de final del Mundial de Rusia 2018 enfrentaba a Uruguay y Francia. Uruguay llegaba a esta cita tras eliminar en octavos a Portugal. Mientras que Francia llegaba tras eliminar a Argentina. El partido estaba marcado por las bajas de Cavani y Matuidi respectivamente. Una vez llegados a los cuartos de final los tópicos de los favoritos desaparecen, y más si se enfrentan dos campeonas del mundo como Francia y Uruguay. El primer cuarto de hora estuvo marcado por un ritmo lento de partido, muchas faltas y más tanteo que dominio.

Mbappé dejó su seña de identidad con un par de carreras que no crearon demasiado peligro. Mientras que Uruguay hizo gala de su juego aéreo. Stuani, sustituto de Cavani provocó varias faltas en la frontal, apareció dentro del área y dispuso de una ocasión. El jugador del Girona la desaprovechó cruzando demasiado el balón. Francia intentó imponer su dominio, sin embargo apareció el gran obstáculo de los galos, el muro uruguayo. Uruguay es el equipo menos goleado del campeonato y hoy hizo gala de ello. Cerrados y sin dejar espacios para las carreras de Mbappé o Griezmann, los uruguayos complicaron mucho la labor de crear peligro de los franceses.

El conjunto celeste no destaca por su gran elaboración de juego. Su manera de disputar los partidos se basa en una defensa muy bien colocada y cerrada, sin dejar margen al error. Su manera de atacar está marcada por el juego directo o con centros laterales. Sus medios son una línea de gladiadores al servicio de su defensa. Los de Tabárez tenían dos objetivos a batir, en defensa: cubrir los espacios para evitar las carreras de Mbappé y cerrarse por dentro para evitar las conexiones rápidas de Francia. En la primera parte cumplieron con creces. Tan solo un par de jugadas de Mbappé crearon peligro. Mientras que en el medio, tanto Griezmann como Pogba no encontraban la manera de combinar rápido para sorprender.

Cuando un equipo se cierra tanto que apenas deja jugar, las ocasiones solo pueden llegar por detalles individuales o a balón parado. Uruguay solo había encajado un gol, y fue precisamente a balón parado ante Portugal. Francia solo podía marcar de esta manera. La falta lateral, provocada por Betancur, botada por Griezmann desde la derecha fue rematada por Varane, sin casi oposición. El jugador del Madrid cruzó el balón poniéndolo lejos del alcance de Muslera. Este gol cambiaba por completo el partido. Uruguay estaba obligada a abrirse y arriesgar. Mientras que Francia, con un bloque tan cerrado había hecho lo más difícil pero la reacción no se hizo esperar. Tan solo dos minutos más tarde, en otra falta lateral. Torreira la puso en la cabeza de Cáceres. El remate del uruguayo lo sacó con una mano Lloris. El rebote le cayó a Godín que apenas tenía ángulo y llegaba demasiado rápido como para realizar un remate cómodo.

Tras una primera parte falta de fútbol llegábamos al descanso. Pese al gol francés, en la primera parte se impuso el juego defensivo uruguayo, al de combinación francés. Pero ahora Uruguay debía arriesgar para intentar empatar. Francia había hecho lo más difícil, quedaba ver cómo afrontarían la segunda parte los de Deschamps. Francia partía con ventaja en la segunda parte, e hizo gala de ella con posesiones largas. Uruguay pese a ir por detrás no parecía que tuviese la intención de volverse loca, el tomar esta decisión podía costarle problemas defensivos con la velocidad de Francia.

Los minutos avanzaban y Uruguay no reaccionaba. El “maestro” Tabárez debía mover el banquillo para buscar la reacción de su equipo. Francia por su parte seguía dominando y teniendo las ocasiones más claras. Entraron Maxi Gómez y el “Cebolla” Rodríguez. Sin embargo, conforme habían entrado un disparo desde larga distancia de Griezmann puso el segundo en el marcador. El jugador del Atlético de Madrid recibió el balón en la línea de tres cuartos, desde ahí vio una línea de disparo y lo intentó. El balón hizo un estraño antes de llegar a Muslera. El portero uruguayo puso las manos muy blandas y el disparo se le escapó dando paso a la pifia del Mundial.

Kylian Mbappé es un jugador que lleva dos años deslumbrando al mundo del fútbol con su calidad. Con tan solo 19 años es una de las grandes promesas del fútbol. Pero como jugador joven comete errores. En el minuto 68 de la segunda parte con 2-0 en el marcador cayó en la provocación. Mbappé realizó un taconazo para entregar el balón, cosa que no sentó bien al “Cebolla” Rodríguez. Según pasó el francés por detrás del uruguayo, Kylian se dejó caer. A partir de aquí se desató una tangana que acabó con la amarilla para ambos jugadores.

El segundo gol de Francia cayó como un jarro de agua fría en el combinado charrúa. Los de Tabárez se volcaron al ataque, pero no generaron peligro. Apenas llegaron al área, y cuando lo hicieron no crearon peligro. Por su parte, el cuadro de Deschamps mantenía la cabeza fría, sin cometer errores y realizando posesiones largas para que pasase corriese el cronómetro, que jugaba a su favor. Los últimos veinte minutos fueron una lenta agonía para el cuadro celeste. Los de Tabárez no generaron peligro. Tan solo unos cuantos centros laterales fueron los acercamientos más “peligrosos” de Uruguay, pero con jugadores tan altos como Varane, Pogba o Umtiti, no crearon peligro.

Francia, que realizó un auténtico partidazo se metió en semifinales. Dos años después de perder la Eurocopa en su propio país y doce años después de sus últimas semifinales, el cuadro galo vuelve a esta cita. Los de Deschamps han sabido amasar el partido, esperar hasta que ha llegado el gol. Uruguay en cambio no ha sido la de otros días. La baja de Cavani ha pesado mucho, ni peligro ni reacción tras los goles galos

 

 
 

Uruguay: Muslera; Cáceres, Godín, Giménez, Laxalt; Nández (Urretaviscaya, min. 74), Vecino, Lucas Torreira, Bentancur ("Cebolla" Rodríguez, min. 59); Luis Suárez y Stuani (Maxi Gómez, min. 59).
 

Francia: Lloris; Pavard, Umtiti, Varane, Lucas Hernández; Pogba, Kanté; Mbappé (Dembelé, min. 87), Griezmann (Fekir, min. 93), Tolisso (N'Zonzi, min. 80); y Giroud.
 

Goles: 0-1, min. 40: Varane; 0-2, min. 61: Griezmann.

Árbitro: Néstor Pitana (Argentina). Mostró cartulina amarilla a Lucas Hernández (min. 33) y Mbappé (min. 69) por parte de Francia y a Bentancur (min. 38) y a "Cebolla" Rodríguez (min. 69) por parte de Uruguay.

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial de Rusia disputado en el Nizhny Novgorod Stadium ante 43.319 espectadores

 


BRASIL [1-2] BÉLGICA

Muchos Diablos para tan poco Neymar


La generación de oro del fútbol belga dio este viernes en Kazán muestras de todo su potencial y derrotó a Brasil, toda una pentacampeona del mundo y avanza con paso firme a semifinales

 


Ya no había opción a fallar. O Bélgica, o Brasil, pasarían a semifinales y quedarían a un paso de besar la gloria. Ambos firmaron muy buenas actuaciones ante México y Japón, e iban a dar lo mejor de sí y un poco más. Brasil iba a tirar de talento y no sería fácil para los belgas, que sufrieron de lo lindo ante los nipones, y la ‘Canarinha’ sería más de lo mismo. Sin embargo, su lavado de cara total les ha llevado a cuartos de final del Mundial de Rusia y no iba a tirar la toalla por su primera estrella.

Empezó con ganas la ‘Canarinha’, echada hacia delante y poniendo centros al área de Courtois desde el principio. Parecía que iban a tomar la iniciativa y no dejar espacios al juego de Bélgica, que había tomado posiciones para asentar la base. Estuvo cerca Thiago Silva de rematar en boca de portería un córner, la primera ocasión peligrosa. Acto seguido Bélgica cogió el balón e hizo lo que mejor se le da, se marcó una gran contra que acabó con remate de Chadli. La intensidad brillaba por su presencia. Los brasileños acumularon varios remates desde el interior del área chica, haciendo mucho daño con los córners. Los sudamericanos estaban acaparando el esférico, pero de vez en cuando la verticalidad de bélgica tenía su resultado.

De Bruyne filtró desde el medio campo a Fellaini en el borde del área, pero su remate fue blando. Consiguieron un córner que fue lo peor que le pudo ocurrir a Brasil. Los de Tite habían tenido la ocasión perfecta antes, pero Kompany no dejó pasar esta oportunidad. Peinó el esférico ligeramente en el primer palo y Fernandinho anotó en propia. Se ponía así el equipo europeo por delante en el marcador y a partir de entonces un torrente de energía y potencia pasó por sus jugadores. Los brasileños querían tomar represalias. Paulinho no tardó en plantarse frente a Courtois y rematar con ferocidad, pero necesitaban algo más. Bélgica seguía a lo suyo, contraatacando y llevando el partido al terreno contrario.

Todos los balones pasaban por Fellaini, y Fernandinho no podía hacerse con él. Todo lo que él tocaba hacía daño a las filas brasileñas, cada llegada a la zona de tres cuartos llegaba cargada de peligro. Sin embargo, hubo una en la que no interfirió pero igualmente fue un jarro de agua fría para Brasil. De Bruyne recibió un pase filtrado en banda derecha de Lukaku y tras vario pasos se atrevió a rematar desde fuera de la frontal. El esférico entró como un tiro por el palo opuesto, ahí donde el guardameta brasileño no podía llegar. Las cosas se ponían mal para los locales muy temprano y se encontraban perdidas. Además veían anulados todos sus intentos cuando Courtois metía la mano en cada uno de sus remates.

No consiguieron poner remedio los minutos antes del descanso, ya que el dominio era casi total por parte de Bélgica. Intentaron cambiar eso al comienzo del segundo tiempo, con Neymar siendo más participativo y sabiendo que su selección le necesitaba. Pero los belgas sabían lo que había. Si finiquitaban una contra más golearían y el pase estaría casi por completo en su bolsillo. Marcelo tomó posiciones y desde la línea de fondo puso el balón para Coutinho, que no llegó a empujar el esférico por los pelos. Habían salido del campo con otra presencia, y parecía que con otras intenciones.

Brasil estaba en su mejor momento y había tomado las riendas del encuentro anulando a Bélgica de manera que no había conseguido antes.Lo único que faltaba era matizar la definición, que no le estaba funcionando. Los belgas estaban siendo bastante eficaces con una línea de cuatro que bloqueaba bien los espacios. Además, las contras seguían saliéndole bien. Hazard podía haber matado el encuentro con un remate cruzado desde la banda izquierda, pero salió fuera por un metro escaso.

Estas llegadas al área de Alisson se contaban por cuentagotas en la segunda mitad, era Brasil la que estaba mordiendo y Bélgica sufriendo. Solo que se estaban encontrando con una barrera impenetrable llamada Courtois, que había parado absolutamente todo. No era el único referente de los europeos. Lukaku le aportaba esa frescura a su delantera con rápidas jugadas por banda derecha, aunque siempre en solitario.

A pesar de lo que mostraba el resultado, el partido no había acabado ni de lejos. Brasil llevaba media hora tanteando la portería de Coutois y a falta de cuarto de hora cambiaron la situación. Coutinho puso un balón perfecto al punto de penalti y Augusto, saltando por encima de Kompany, cabeceó con todas sus fuerzas poniendo el 1-2 en el marcador. Quedaba lo mejor del encuentro, el todo o nada para ambas selecciones. La presencia de Brasil en terreno belga era continua y los de Roberto Martínez no hacían más que aguantar las embestidas.

Podían haber cerrado el partido e imponer otro planteamiento, pero el momento había pasado. Neymar era partícipe de todos los balones que sobrevolaban el área de Courtois, pero ninguno de sus remates lograba entrar. La recta final fue un no parar de sufrir pero tuvo su recompensa. Brasil no pudo empatar, parecía que era el destino y el guardameta belga seguía ahí para recordárselo. Así los brasileños volvían a caer en un Mundial como cuatro años antes en Río de Janeiro, y Bélgica llegaban a la semifinal como hicieron en 1986.

 

 

Brasil: Alisson; Fagner, Miranda, Thiago Silva, Marcelo; Fernandinho, Paulinho (Renato Augusto, m.73); Willian (Firmino, m.46), Neymar, Coutinho; y Gabriel Jesús (Douglas Costa, m.57).

Bélgica: Courtois; Alderweireld, Kompany, Vertonghen; Meunier, Witsel, De Bruyne, Fellaini, Chadli (Vermaelen, m.82); Hazard; y Lukaku (Tielemans, m.86).
 

Goles: 0-1, m.13: Fernandinho (pp). 0-2, m.31: De Bruyne. 1-2, m.76: Renato Augusto.

Árbitro: Milorad Mazic (Serbia). Amonestó a Fernandinho (m.85) y Fagner (m.89), de Brasil; y a Alderweireld (m.47) y Meunier (m.70), de Bélgica.
 

Incidencias: Partido de cuartos de final de la Copa del Mundo de Rusia 2018, disputado en el Kazán Arena, ante 42.873 espectadores